Toxina Botulínica
La toxina botulínica se recomienda en el tratamiento de la espasticidad, un síntoma frecuente en la mayoría de los padecimientos neurológicos.
Espasticidad:
Se puede definir como un trastorno motor en el que se produce una contracción involuntaria y persistente de un grupo muscular, asociado a un aumento de la resistencia al estiramiento pasivo del músculo.El aumento de tono muscular puede provocar rigidez y limitación articular, deformidades y posturas anómalas, lo que conlleva la aparición de dolor y disminución de la capacidad funcional, dificultando el vestido y desvestido, aseo, alimentación, y la deambulación.
Para valorar la espasticidad, además de estudios clínicos previos y exploración física, existen escalas como la Escala Ashworth o la Escala de Ashworth modificada.
La toxina botulínica resulta útil en el tratamiento de la espasticidad por la capacidad que tiene de debilitar específicamente los músculos infiltrados. Provoca una denervación química reversible al impedir que se liberen las vesículas de acetilcolina en las uniones neuromusculares de los músculos afectados. Su efecto tarda generalmente entre 1-5 días en aparecer, y dura de tres a seis meses.